En 1975, Kodak era la empresa de fotografía más poderosa del mundo, valorada en 31 mil millones de dólares. En 2012, estaban completamente en quiebra… No por la competencia ni por la tecnología, sino por UNA decisión fatal… Este es el mayor error empresarial de la historia (y cómo evitarlo):
Es el año 1975 y Kodak es dueña de la fotografía: • 90% de las ventas de películas en todo el mundo • 85% de las ventas de cámaras • $10 mil millones en ingresos anuales • Millones en ganancias puras todos los días Un ingeniero estaba a punto de cambiarlo todo…
Un joven ingeniero llamado Steve Sasson entra en el laboratorio de Kodak: «He inventado una cámara que no necesita película» La habitación queda en silencio. El prototipo funciona perfectamente. ¿La respuesta de Kodak? Sorprendería a todos…
Los ejecutivos fueron claros: «Entiérralo» «Patentelo» «No se lo digas a nadie» ¿Su razonamiento? La película les hacía ganar 15 dólares por rollo. ¿Por qué matar una mina de oro?
La cámara digital podría destruir su imperio: • 2.500 millones de rollos de película vendidos anualmente • Márgenes de beneficio del 60% • Miles de millones en equipos de procesamiento Tenían mucho que perder. O eso creían…
1995 lo cambió todo: Las cámaras digitales inundan el mercado. Sus competidores se apresuran a adaptarse. ¿La respuesta de Kodak? Redoblando la apuesta por las cámaras de película y desechables
Era 1996 y la estrategia de la cámara desechable parecía funcionar: Sigue siendo la cuarta empresa más valiosa Las cámaras desechables estaban en auge Miles de millones en ventas de películas La realidad estaba a punto de golpearnos con fuerza…
En 2005, las cifras eran brutales: Ventas de cámaras digitales: Explosión Ventas de películas: en caída libre Acciones de Kodak: bajan un 75% Aún así, se aferraron a la película hasta el final…
Enero de 2012: Se declaró la quiebra 28.000 empleados despedidos 142 años de historia terminados Todo porque la avaricia les hizo enterrar el mañana.
¿La mayor ironía? Kodak inventó el futuro digital Luego lo mató para proteger el pasado. Hoy, sus patentes de 1975 Vale más que toda su empresa
¿La lección?
A veces tu mayor amenaza ¿No es tu competencia? Es tu propio éxito Cegándote para que no puedas innovar
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